¿Bursitis pie, que es exactamente? La bursitis del pie es una inflamación del saco que contiene líquido sinovial situado en la zona del tendón de Aquiles o en el talón o el dedo gordo. Cuando se produce esta afección, se puede notar una hinchazón en la zona afectada a medida que la bursa se llena de exceso de líquido y aumenta de tamaño. El aumento de volumen de la bursa ejerce presión sobre las estructuras circundantes, especialmente los nervios, los tendones y los vasos sanguíneos, provocando dolor.
Bursitis pie ¿Qué personas son las más afectadas?
Ambos pies, el derecho y el izquierdo, pueden inflamarse de la misma manera, no hay mayor probabilidad para uno u otro. Las personas más afectadas por la bursitis del pie son los deportistas que practican un deporte en el que corren, ya que hay un roce continuo de los tendones al mover el tobillo.
Los deportes que pueden causar este tipo de inflamación del pie son el fútbol, la carrera, el maratón, el baile, el balonmano, el voleibol, el baloncesto, el rugby, el fútbol americano, el béisbol y el tenis, entre otros. En cambio, en el caso del hallux valgus, basta con un calzado apretado para que se produzca la inflamación del pie y la deformación típica de la bursitis del hallux, como los zapatos de mujer con punta y tacón.
Bursitis pie ¿Qué aspecto tiene el pie?
Las bursas sinoviales en las que se pueden formar las inflamaciones más comunes se encuentran en la parte posterior del pie y exactamente entre el tendón de Aquiles y el talón. Este último es un hueso esencial en la dinámica de la marcha, ya que es el primer hueso que se apoya en el suelo, transmitiendo el peso del cuerpo al suelo. Los dedos del pie también son articulaciones y, por tanto, tienen sacos de líquido sinovial que pueden inflamarse; la hinchazón del metatarso del pie es una clara expresión de la bursitis del dedo gordo, comúnmente conocida como la cebolla.
Las bolsas de líquido sinovial, también conocidas como bursas, son esenciales para reducir la fricción que se produce entre los tendones y la estructura ósea del pie, así como para distribuir el peso del cuerpo de manera uniforme sobre la articulación.
Tipos de bursitis del pie
La bursitis puede ser de diferentes tipos y se clasifica según la causa.
Inflamatoria, sólo si se produce por sobrecarga o roce continuo entre las estructuras circundantes.
Química, si es causada por sustancias generadas por la inflamación y la degeneración del tendón.
Séptico, cuando la causa se reconoce en una infección bacteriana.
Hemorrágica, si hay causas traumáticas que hacen que el saco calcáneo se llene de sangre.
Causas de la bursitis del pie
Las causas más comunes de la bursitis retrocalveolar son los movimientos repetitivos continuos que llevan al tendón de Aquiles a rozar la bolsa sinovial situada entre el talón y el tobillo. Los factores desencadenantes son principalmente:
una aceleración repentina de la formación;
deporte de competición;
falta o insuficiencia de calentamiento antes del entrenamiento;
La deformidad de Haglund;
rigidez del pie;
infección bacteriana.
Los atletas no entrenados corren el mayor riesgo de desarrollar una infección en el calcáneo, ya que tensan los tendones que no están entrenados para hacer tanto deporte. También hay una serie de enfermedades que pueden conducir a la bursitis del pie, estos son:
La gota;
artritis reumatoide;
patologías del colágeno.
También hay medicamentos que pueden causar o exacerbar la inflamación, en cuyo caso debe consultar a su médico para resolver el problema, modificando la terapia cuando sea posible. Sin embargo, hay una serie de ejercicios y técnicas de fisioterapia que pueden aliviar los síntomas dolorosos al corregir los defectos posturales.
Una mala postura provoca el hallux valgus
La inflamación de la bursa sinovial del pie puede haber sido causada por un traumatismo, como un golpe accidental, un accidente o algún otro tipo de colisión, que puede conducir a un bloqueo del pie y a la formación de líquido que crea hinchazón y dolor. Si el pie sufre una lesión, puede crear una contracción muscular de los pies y de la pantorrilla, que luego debería relajarse de forma totalmente natural. Si la tensión se mantiene, la estructura ósea no puede moverse tan bien como antes del accidente. El talón ya no se desliza suavemente y hay dificultad de movimiento, lo que provoca dolor. La sobrecarga muscular también puede ser una causa de inflamación del pie, además de la tendinitis.
Síntomas de la bursitis calcánea
El principal síntoma de la bursitis retrocalcánea es el dolor en el talón, que puede aumentar gradualmente o sentirse en forma de punzadas agudas. Además, como en cualquier tipo de bursitis, puede haber enrojecimiento de la piel, hinchazón, dolor en la zona afectada cuando hay una ligera presión o durante el movimiento, dolor en la pantorrilla, rigidez articular, sensación de calor. En el caso de la bursitis del talón se produce una fuerte molestia con los zapatos, que se vuelven difíciles de llevar y se reduce la capacidad de movimiento.
Remedios y ejercicios para la bursitis del pie
La fisioterapia ofrece diversas técnicas instrumentales y manuales que pueden utilizarse en un programa de rehabilitación personalizado. Entre ellos se encuentran: la tecarterapia, las ondas de choque, la terapia láser y la terapia de masaje. Durante la primera visita, el fisioterapeuta evaluará la situación individual, utilizando también los informes ortopédicos y las pruebas de diagnóstico por imagen. Una vez establecidos los tratamientos más adecuados para el caso individual, se puede proceder a realizar el tratamiento y los ejercicios, primero bajo la supervisión del profesional y luego también por cuenta propia en casa.
Terapia Tecar
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Terapia láser
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Suplemento y pomada natural recomendados
Para una mayor eficacia, se recomienda el uso de ambos productos:
Artrolux Crema |
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Artrolux + |
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Aceite de CannabisVital |
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A continuación, algunos ejercicios para aliviar el dolor causado por la bursitis en el pie:
1. Recogida de canicas y toalla
La primera versión de este ejercicio utiliza canicas colocadas en el suelo. Sentado en la silla, con los pies descalzos apoyados en el suelo, coges las canicas con los dedos de los pies, las mantienes unos segundos y las sueltas en el suelo.
En la segunda versión, se hace el mismo ejercicio pero se coloca una toalla en el suelo, se coloca el talón sobre ella y se utilizan los dedos para agarrar un lado de la tela, levantándola y soltándola.
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2. Rodando la pelota
Sentado en la silla, coloque el pie sobre una pelota de tenis y hágalo rodar hacia adelante y hacia atrás con una suave presión. El otro pie permanece en el suelo.
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