Dolor en las articulaciones: causas, síntomas y remedios

No es una cuestión de edad. Aunque es cierto que las personas mayores sufren más dolores articulares, hay muchos jóvenes que padecen problemas articulares.

Dolor en las articulaciones

Las articulaciones son superestructuras que, a modo de puente, conectan los huesos. Si están estresadas o sufren patologías atróficas, pueden sufrir traumatismos e inflamarse, dando lugar a dolores más o menos intensos.

La imagen clásica es la del tipo que, al agacharse para recoger un objeto caído, se atasca la espalda, o la de la mujer embarazada que se agarra la espalda, o la del deportista que sufre un desgarro, y finalmente la del hombre de mediana edad con bastón que se queja de un dolor articular generalizado.

El dolor articular puede afectar no sólo a las articulaciones, sino también a los elementos adheridos a su estructura, como tendones, ligamentos y huesos.

El dolor puede ser localizado y afectar a una zona concreta o generalizado, en el desafortunado caso de que el dolor afecte a varias zonas a la vez y produzca varices, por este motivo puede se recomienda en uso de la pomada para las varices como Varilux Premium.

El dolor puede ser temporal o durar varios días hasta convertirse en crónico.

En algunos casos, el dolor articular puede prevenirse fortaleciendo las articulaciones y siguiendo un buen estilo de vida.

Un buen estilo de vida se define como comer bien y caminar continuamente, con paseos, ejercicios posturales, todas las actividades que a largo plazo ayudan a mantener los huesos fuertes y resistentes y la envoltura ósea intacta.

Las personas que padecen problemas articulares suelen llevar un estilo de vida sedentario y les basta un pequeño esfuerzo para sufrir una lesión, y la inflamación o la lesión pueden ser consecuencia de una actividad deportiva intensa.
Por último, el dolor puede ser consecuencia de patologías atróficas para las que hay que seguir programas diagnósticos y terapéuticos precisos.

Además del dolor, el problema es la marcha. Si le duelen las articulaciones, no es fácil moverse ni realizar con regularidad las tareas diarias más mundanas, como lavarse o vestirse, y es aquí donde el dolor articular se convierte en un verdadero problema cuando afecta a lo ordinario, es decir, a la vida cotidiana.

Los dolores articulares insidiosos pueden afectar a la vida social y relacional, por lo que, en la medida de lo posible, lo correcto es tratar de prevenir el problema y fortalecer las articulaciones.

Suplemento y pomada naturales recomendados para aliviar el dolor

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Dolor articular: prevención

Si fuéramos máquinas, podríamos hablar de revisiones o pruebas. Para que una máquina funcione bien, necesita mantenimiento diario, agua, aceite y gasolina o gas.

Las articulaciones sufren los efectos del paso del tiempo y es impensable pensar que son inmunes, pero estos pequeños dolores, a menudo ligados al paso de los años, pueden ser frenados y, en algunos casos, prevenidos o curados con la toma de medicamentos.

Quienes padecen artritis o artrosis saben que no es fácil encontrar una cura que permita recuperarse al 100% o ralentizar la evolución de la enfermedad, y suelen someterse a tratamientos experimentales que no son concluyentes al cabo de un tiempo.

Dolor articular: articulaciones

Se ha dicho que las articulaciones tienen una función de soporte y conexión entre el hueso y las estructuras blandas y conectivas del músculo, su función es conectar y proteger los huesos, y en algunos casos garantizar la movilidad de la estructura ósea.

Hay aproximadamente 360 articulaciones en el cuerpo humano, cada una con una función esencial y específica.
Al tratar las articulaciones, podemos distinguir 3 modelos de articulaciones:

Fibrosas: son las articulaciones que afectan a partes fijas del cuerpo como el cráneo, tienen una función de soporte y protección

Cartilaginosas: se llaman así porque están unidas al cartílago, una estructura blanda que se superpone al hueso a modo de escudo, tienen una función de conexión

Sinoviales: son típicas de la rodilla, esta acepción es de lenguaje común, quién no ha oído hablar de sinovitis, es decir, patologías de la rodilla en caso de exceso de líquido, pues estas articulaciones juegan un papel importante en la movilidad de los huesos más que en el soporte o la conexión.

Dolor articular: artralgia

El dolor articular se denomina médicamente artralgia, que incluye todos los dolores musculares que afectan a las distintas articulaciones.

La artralgia puede ser localizada o difusa y suele asociarse a otras patologías más o menos graves como consecuencia de la misma causa o de la causa desencadenante.
Existen varias causas de artralgia, entre las que se encuentran las más frecuentes:

-Enfermedades óseas atróficas, degenerativas e inflamatorias

-Traumatismos como esguinces o dislocaciones

-Tendinitis y cáncer de huesos

La artralgia puede afectar a diferentes zonas del cuerpo de forma individual o conjunta:

Dolor articular en las manos

El dolor articular en las manos puede afectar a diferentes partes del cuerpo, incluidas las manos. A menudo, el dolor en esta zona puede ser el resultado de causas fisiológicas y accidentales, como traumatismos por caídas y esfuerzos físicos.

Las fracturas, luxaciones y esguinces afectan a la estructura ósea y provocan inflamación e hinchazón.

Además de estos traumatismos, hay que decir que quienes trabajan con las manos pueden sufrir cuadros inflamatorios más o menos graves que pueden afectar a toda la mano o a zonas concretas. En ocasiones, el dolor también puede ser consecuencia de una actividad rutinaria continuada, como es el caso de quienes trabajan con el ordenador y utilizan el ratón a diario.

También hay que tener en cuenta las causas patológicas: los dolores articulares en las manos pueden estar provocados por enfermedades genéticas e inmunitarias, entre las que destacan la artritis reumatoide, la artrosis, la esclerosis múltiple, la osteoprosis y los tumores.

Se trata de enfermedades degenerativas del sistema óseo que provocan estados inflamatorios crónicos; quienes padecen una de las siguientes enfermedades experimentan dolor agudo.

Las manos se hinchan y se deforman hasta tal punto que la marcha se ve afectada, es difícil agarrar objetos, incluso abrir una simple botella de agua se convierte en un drama.
La rigidez, el hormigueo y la hinchazón son algunos de los síntomas evidentes y visibles de las personas con dolor articular en las manos.

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Dolor articular en los brazos

El dolor articular en los brazos suele alarmar a quien lo padece, sobre todo cuando el dolor se siente en el brazo izquierdo, pero en la mayoría de los casos el diagnóstico no es de infarto, sino de artritis o contractura muscular.

Las causas pueden ser un esfuerzo físico excesivo, un traumatismo o enfermedades inflamatorias o del sistema inmunitario.

Se trata de dolores articulares especialmente molestos que dificultan la marcha normal y afectan al estilo de vida habitual.
El dolor puede afectar a ambos brazos, al brazo superior, al inferior o a todo el brazo.

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Dolor articular en las piernas

¿Quién no se ha quejado nunca de dolor en las piernas? El dolor articular en las piernas es muy común y no depende de la edad ni del sexo.
El dolor articular en las piernas suele ser un signo de la edad, a los que les afecta especialmente estar de pie o caminar más, pero en realidad es una dolencia que también afecta a los jóvenes.

Los que no están acostumbrados a dar largos paseos después de un día fuera pueden volver a casa con las piernas hinchadas y doloridas.
Una vez eliminada la edad, otra causa común de dolor articular en las piernas puede ser la fiebre, y los que tienen fiebre se asocian a dolor articular en las piernas, lo que dificulta estar de pie y requiere estar acostado.

El motivo es el estado inflamatorio, que es tal que también afecta a las articulaciones de las piernas provocando la sensación de dolor y agotamiento.
El dolor articular en las piernas puede ser el resultado de un exceso de ácido láctico, los que son víctimas de un entrenamiento intenso o los que vuelven al gimnasio después de años sin hacer actividad física, pueden sufrir estrés muscular y experimentar dolor en las articulaciones de las piernas.

El dolor articular en las piernas también puede deberse a causas traumáticas, como caídas, fracturas, esguinces, o a causas patológicas, como enfermedades del sistema óseo.
Quienes padecen artritis u osteoporosis tienen una mayor incidencia de dolor articular en las piernas, siendo un síntoma clásico la bursitis, una formación de líquido a nivel de la rodilla que afecta a la marcha.

El dolor articular en las piernas también puede estar causado por el desgaste del cartílago, que despoja al hueso de su película protectora.
Por último, el dolor articular en las piernas puede ser el resultado de malformaciones óseas.

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Dolor articular en la espalda

Si pudiéramos hacer una lista de los diez principales dolores articulares y musculares, el dolor de espalda ocuparía sin duda el primer lugar. El dolor de espalda es uno de los trastornos articulares más comunes.
El dolor puede estar localizado en la zona lumbar o irradiarse por toda la columna vertebral.

La lumbalgia es más común entre las personas que tienen unos años más, los mayores de 60, pero también la sufren todos aquellos que tienen un trabajo sedentario y tienen que estar sentados en un escritorio durante horas, o que tienen que trabajar en un empleo en el que tienen que estar de pie durante muchas horas.

En este caso, el peso también es un factor importante para las personas con problemas articulares. También en este caso las causas pueden ser fisiológicas o patológicas.

Las causas fisiológicas del dolor articular también incluyen:

Dolor articular en el embarazo

El embarazo es un momento muy importante para la mujer, sin embargo, marca un cambio físico, por mucho que se tenga cuidado de no engordar, el bebé presiona la columna vertebral y crea más presión en las articulaciones, por lo que la gran mayoría de las embarazadas experimentan dolor articular.

El dolor se localiza principalmente en zonas como la columna vertebral y las piernas, a las embarazadas les cuesta estar de pie y necesitan sentarse a menudo.
Los pies se hinchan como las manos, en parte debido a las hormonas, en parte debido a la inflamación causada por el aumento de peso.

En esta etapa no deben tomarse fármacos o medicamentos antiinflamatorios, ya que podrían perjudicar al feto, por lo que se administran suplementos naturales para el dolor articular durante el embarazo.

Dolor articular en la menopausia

La menopausia es un proceso típicamente femenino que consiste en el cese del flujo menstrual a cierta edad.
En general, se produce a los 50 años, pero también hay casos de menopausia precoz en los que muchas mujeres experimentan interrupciones del ciclo a una edad temprana con consecuencias para la infertilidad.

La menopausia conlleva una serie de problemas. Durante esta fase, la producción de estrógenos disminuye, lo que afecta a la estructura ósea y a la resistencia de los tejidos conectivos.

Las mujeres posmenopáusicas son más propensas a padecer dolores articulares, sobre todo en las piernas, y enfermedades óseas como la artritis y la osteoporosis, por lo que el proceso de la menopausia suele estar marcado por la toma de suplementos alimenticios para aumentar la cantidad de calcio y potasio y fortalecer la estructura ósea.

Los estrógenos desempeñan un papel fundamental en la vida de la mujer, y su disminución durante la menopausia tiene efectos negativos sobre los huesos y la lubricación de los tejidos blandos, como los ligamentos y los cartílagos.

Descuidar este fenómeno y no tomar medidas preventivas puede provocar graves daños en las articulaciones, además de agudizar el dolor articular y hacerlo más molesto.

Dolor articular debido a la fiebre

Una de las principales causas del dolor articular es la fiebre, un estado transitorio de malestar que puede afectar a toda la musculatura.
La infección no sólo eleva la temperatura, sino que también debilita al sujeto, provocando una pérdida de fuerza y una sensación de debilidad, los músculos pierden momentáneamente su elasticidad, los músculos se hunden hasta el punto de que es difícil mantenerse en pie.

En esta fase también se generaliza el dolor articular debido al aumento de la temperatura, que acentúa la inflamación de las extremidades, que se deshidratan y sufren el traumatismo de la infección.

Dolor articular en las personas mayores

Las principales víctimas de los dolores articulares son las personas mayores. Las razones son fáciles de entender: aunque una persona pueda mantener una apariencia juvenil, los huesos, y en particular las articulaciones, se ven afectados por el paso de los años, en parte porque los niveles de calcio y potasio necesarios para mantener una buena estructura ósea disminuyen.

Muchas personas mayores no hacen deporte y pocas fueron activas en su juventud, por lo que sus huesos se entumecen y a veces una simple caída es suficiente para causar daños irreparables.
La toma de medicamentos para otras enfermedades o la intolerancia a agentes antiinflamatorios específicos dificulta el tratamiento del dolor muscular.

En cualquier caso, incluso en el caso de las personas mayores, las causas del dolor articular están relacionadas con aspectos tanto fisiológicos como patológicos, es decir, la edad y la enfermedad.

Dolor articular debido a un traumatismo

Una de las causas fisiológicas accidentales más comunes de los dolores articulares son los traumatismos, que hacen referencia a todas las situaciones en las que las articulaciones, los huesos y los músculos se ven sometidos a una tensión mayor de la que pueden soportar habitualmente, lo que provoca una fractura, un esguince o una luxación.
Los traumatismos también incluyen las descomposiciones óseas debidas a accidentes en el hogar o en la carretera.

En este caso, el dolor articular puede ser momentáneo, es decir, puede durar todo el curso de la recuperación del traumatismo, o persistir en el tiempo independientemente de la resolución del traumatismo.

Dolor articular en situaciones de obesidad

La obesidad es una de las causas fisiológicas del dolor articular, pero no estamos hablando de sobrepeso. Unos pocos kilos pueden afectar a las articulaciones, pero no de la misma manera que si se es obeso, es decir, si se tienen tantos kilos de más como para considerarlos patológicos.

La obesidad es, de hecho, una patología, que conlleva una serie de consecuencias y enfermedades relacionadas, entre ellas el dolor articular, sobre todo en la espalda y las piernas, que se ven afectadas por el exceso de peso.
El dolor se manifiesta con enrojecimiento, hinchazón y úlceras, estas últimas pueden ser lo suficientemente graves como para requerir la amputación de la extremidad en algunos casos.

Dolor en las articulaciones musculares

El dolor articular muscular se define médicamente con el término técnico de mialgia. Puede afectar a músculos individuales o extenderse por varias zonas, y la causa suele ser traumática.
En el caso de los dolores articulares localizados en los músculos, el dolor puede estar producido por tensiones.

Los esguinces son muy comunes en la vida de todos, basta con un movimiento rápido y desajustado del cuerpo para producir un desgarro de las fibras musculares que provoca dolor durante días.
En otros casos, el dolor muscular puede ser el resultado de una mala postura o de un estilo de vida sedentario, en el que el poco movimiento atrofia los músculos, y sólo se necesita un pequeño movimiento o esfuerzo para sentir los efectos.

En otros casos, los dolores musculares están causados por enfermedades de los huesos y del sistema inmunitario. Se trata de una deficiencia original o posterior por la que los músculos sufren la reducción de la consistencia de los huesos y estados inflamatorios más o menos crónicos.

En cambio, en el caso del dolor muscular difuso, es decir, extendido a varias zonas musculares, las causas pueden ser transitorias o progresivas.

Un ejemplo de causa transitoria de dolor muscular generalizado es la gripe, que es una infección vírica que afecta a varias zonas del cuerpo, lo que provoca dolor y fatiga.
Otros ejemplos de causas no transitorias de dolor muscular son las enfermedades de naturaleza distrófica.

Las causas patológicas del dolor articular incluyen:

Artrosis

La artrosis es una de las causas más comunes de dolor articular, que afecta a la estructura ósea y provoca deformaciones, rigidez y pérdida de la capacidad normal de caminar.

Por lo general, la artrosis la padecen las personas de mediana edad y, sobre todo, las mujeres durante la menopausia.

La artrosis es más frecuente en las personas obesas y en todas aquellas que tienen una mala postura debido al trabajo o a los hábitos.

La artrosis afecta a varias articulaciones, en particular a las manos, los pies, las rodillas y la columna vertebral.

Lea más sobre la artrosis aquí.

Artritis

La artritis es una enfermedad inflamatoria que afecta a las articulaciones, a los músculos y a su flexibilidad. Provoca dolor localizado y generalizado y se manifiesta con hinchazón y deformidades.
Se confunde erróneamente con la artrosis, pero se trata de dos patologías diferentes que pueden coexistir o no y que provocan daños diferentes en el sistema muscular y articular; la artrosis afecta a los huesos en su composición y resistencia, la artritis es una inflamación crónica.

El dolor es tan intenso que crea un estado de rigidez, los músculos pierden elasticidad, y entre las manifestaciones más conocidas de la artritis está la artritis reumatoide.

Para saber más sobre la artritis, haga clic aquí.

Fibromialgia

La fibromialgia afecta al sistema musculoesquelético y articular, el dolor es muy intenso y compromete la vida de relación de los afectados, es una enfermedad degenerativa grave, no fácil de diagnosticar y puede afectar a varios músculos simultáneamente.

Técnicamente, es una de las variantes de las enfermedades reumatoides que afectan al sistema inmunitario, y su presencia es una fuente de dolor crónico.

Lea más sobre la fibromialgia aquí.

Tendinitis

Los tendones afectan al dolor articular; un tendón inflamado puede causar rigidez muscular y bloquear las articulaciones.
La tendinitis puede ser el resultado de varias causas, sobre todo fisiológicas, y debido a la fatiga la padecen principalmente los deportistas.
Los tendones desempeñan un papel fundamental en la elasticidad de las extremidades; es el tejido elástico que conecta los músculos con los huesos, por lo que la inflamación afecta al movimiento y lo compromete.

A continuación, una mirada en profundidad a la tendinitis

Bursitis

La bursitis es una bursa o hinchazón que suele formarse a nivel de la rodilla y que contiene un líquido cuya presencia inflama las articulaciones y bloquea el movimiento, provocando dolor.
Este fluido se forma cuando la persona no camina correctamente o sufre afecciones inflamatorias como la artritis reumatoide.

Lea más sobre la bursitis aquí.

Osteocondrosis

La osteocondrosis es una patología particular que afecta a las articulaciones por afectación de los huesos, que presenta lesiones en las extremidades, típicas de quienes llevan una vida dedicada al deporte o que han sufrido traumas. El motivo de la osteocondrosis es la “muerte de los tejidos”.
Técnicamente, los enfermos de osteocondrosis pueden sufrir una pérdida de estructura ósea, como un diente astillado, y los huesos también pueden sufrir astillamientos en las extremidades.
La mayoría de los huesos que se frotan, como los de las rodillas y los codos, se ven afectados.

Lea más sobre la osteocondrosis aquí.

Tumores óseos

Una de las causas patológicas del dolor articular son los tumores óseos, que pueden ser benignos o malignos, localizados o difusos.
Estas formaciones tumorales son poco frecuentes pero están presentes y pueden afectar a la marcha normal, provocando espasmos y dolores intensos.

Este tipo de tumor altera la composición de los tejidos que recubren los huesos y puede afectar a las articulaciones.
Los tumores óseos afectan sobre todo al tejido y al cartílago, dos de las estructuras que recubren el hueso.

Los tumores curados pueden restablecer la capacidad normal de caminar de los huesos y, en casos menos afortunados, comprometer parcial o totalmente los huesos, provocando una parálisis.

Suplementos para el dolor articular

Para ofrecer un remedio natural para contrarrestar y prevenir los dolores articulares, se pueden utilizar productos en forma de cremas para el tratamiento externo o suplementos naturales que se toman en forma de pastillas sin contraindicaciones ni efectos secundarios. Estos remedios no entran en conflicto con otros medicamentos.

Los ingredientes son totalmente naturales y garantizan una ingesta ilimitada.

A lo largo de los años, se ha comprendido la importancia de los suplementos dietéticos no sólo desde el punto de vista médico, sino también desde el deportivo.

Se ha demostrado que incluso con una dieta correcta, el cuerpo no es capaz de asimilar todos los principios que necesita y muchos se desechan, desgraciadamente. Habría que ingerir demasiados alimentos para que el cuerpo tuviera todos los principios que necesita para su mantenimiento rutinario, por lo que nacieron los suplementos como apoyo dietético.

Sólo en la web oficial están a la venta los productos de la marca Artrolux, que son un complemento alimenticio y una pomada para untar en caso de dolor articular localizado.

He aquí una breve descripción:

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Artrolux está a la vanguardia de los suplementos y ungüentos. No sólo aporta el equilibrio adecuado de principios para prevenir condiciones patológicas o fisiológicas, sino que también pretende mejorar la vida de quienes lo toman ayudando a combatir el dolor y a reconstruir y fortalecer los huesos.

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Las cápsulas Artrolux están diseñadas para ayudar a introducir en el organismo la cantidad adecuada de principios activos, que a menudo faltan debido a un estilo de vida agitado y a una mala alimentación.
No todo el mundo puede ingerir alimentos que contengan potasio, calcio o elementos que por su naturaleza ayudan a que los huesos sean más fuertes, por eso se crearon los suplementos dietéticos para aportar al organismo todos esos ingredientes de forma concentrada que el cuerpo debería absorber a través de la alimentac

Si se toma con regularidad, Artrolux permite que lleguen al organismo ingredientes que son naturalmente antiinflamatorios y tienen propiedades que fortalecen los tejidos conectivos y blandos.

Los suplementos, son una idea americana, allí el estilo de vida no es el mejor y la vida no permite comidas regulares de descanso por lo que se suplió la carencia de ciertos principios tomándolos en forma de suplementos, este aspecto aún existente en América se ha extendido al resto del mundo incluida Italia y en el ámbito médico se han difundido suplementos como Artrolux capaces de ser asimilados rápidamente por el organismo y suplir el dolor articular.

El potasio o el calcio de los alimentos no suelen absorberse al 100%, pero Artrolux sí, lo que le permite mejorar su estilo de vida aportando a su organismo todos los elementos que necesita para combatir y prevenir los dolores articulares.
Artrolux es un producto innovador para aquellos que sufren de dolor en las articulaciones, y su eficacia se evidencia por los numerosos comentarios positivos en la web de aquellos que han probado el suplemento y experimentado su eficacia, mostrando los beneficios obtenidos al tomarlo regularmente.

Artrolux es el resultado de una elaborada investigación, se realizaron pruebas para que el suplemento fuera el mejor en la lucha contra el dolor articular, un producto amurallado considerado por muchos como el mejor existente en el mercado como suplemento, se define como una solución.

Entre los ingredientes de Artrolux se encuentran el polvo de perlas, la boswellia y la glucosamina. La combinación de estos ingredientes refuerza las articulaciones, combate la inflamación y alivia el dolor actuando directamente sobre las partes blandas, como el cartílago, que a menudo se adelgaza con el tiempo, dejando el hueso desprotegido.

Fácil de tragar, un comprimido cómodo para llevar a cualquier parte Artrolux llega a casa después de hacer el pedido en pocos días.

El dolor articular solía asociarse con el avance de la edad, casi infravalorado se pensaba que era una condición inevitable de los que habían alcanzado cierta edad hasta que aparecieron formas de artrosis incluso en personas jóvenes y la investigación científica comenzó a distinguir y separar el dolor artrítico de la edad.

Cuando llegaba el dolor de rodilla, mi abuelo decía que era por la humedad y la lluvia, pero hoy las explicaciones son científicas y no meteorológicas.

Hoy en día, sin embargo, las explicaciones son científicas y no de origen meteorológico. Por ello, la creciente importancia del dolor articular ha puesto de manifiesto la importancia de prevenir esta afección incluso antes de que se produzca el dolor, por lo que Artrolux es perfecto.
Es un suplemento capaz de prevenir la destrucción de los tejidos blandos, como el cartílago, y de combatir los estados inflamatorios transitorios o crónicos derivados de las afecciones artríticas.

Un suplemento intergeneracional adecuado para hombres y mujeres.

Lo que diferencia a Artrolux de otros suplementos del mercado son los ingredientes activos que contiene, cuya combinación ha sido cuidadosamente diseñada para prevenir y aliviar el dolor articular.
El suplemento Artrolux ayuda a aumentar la ingesta de ingredientes en el cuerpo que tardarían más tiempo en difundirse en la dieta correcta por sí sola, y que son difíciles de encontrar en los alimentos ordinarios.

El objetivo es mejorar el estilo de vida de las personas que padecen estos dolores, a las que les resulta difícil hacer frente a las actividades cotidianas comunes y viven ralentizadas.

Los científicos e investigadores que están detrás de Artrolux trataron de crear un suplemento que no sólo previniera el dolor articular, sino que también utilizara ingredientes activos que ayudaran a reparar la inflamación o la reducción de los tejidos blandos de forma natural y rápida.

Artrolux tiene un ingrediente especial: el polvo de perlas. La peculiaridad de este polvo es que contiene de forma natural una cantidad de potasio que, aunque se comieran 10 plátanos al día, lo cual es imposible y no es ideal para la digestión, el cuerpo no sería capaz de asimilar a través de la simple alimentación.

No sólo eso, sino que la condroitina y la glucosamina, así como la Boswellia, contribuyen a la capacidad de Artrolux para combatir la inflamación y apoyar el cartílago.
Los estudios e investigaciones han demostrado que Artrolux mejora la vida de quienes lo toman al combatir la inflamación, la hinchazón y permitir una mejor marcha cuando se toma en ciclos regulares.

Para que Artrolux funcione correctamente, es importante que siga las instrucciones cuidadosamente sin interrumpir nunca el ciclo, es decir, 3 comprimidos al día durante las comidas.

Artrolux tiene un efecto rápido, y al poco tiempo de tomarlo es posible observar ligeras mejoras. Por supuesto, esto varía de una persona a otra y de la intensidad del dolor, si el suplemento se utiliza para prevenir o combatir un dolor existente, pero en promedio, la eficacia es rápida y sin contraindicaciones ni efectos secundarios de ningún tipo, gracias a la composición natural del producto, que lo hace universal y apto para todos.

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Dolor articular: causas

El dolor articular es el resultado de una combinación de causas, que pueden ser fisiológicas y patológicas.
Las causas fisiológicas pueden coexistir con las patológicas y viceversa, o pueden no coincidir nunca, pero a menudo una es el factor determinante de la otra.

Causas fisiológicas

Las causas fisiológicas están relacionadas con el individuo, por ejemplo, la edad. Son las causas clásicas del dolor articular, que en su mayoría están relacionadas con el paso del tiempo, es decir, con el envejecimiento, las articulaciones ya no son lo que eran, sino que son menos activas y más frágiles.

Después de un cierto número de años, el cuerpo sufre cambios, un poco como un coche: después de tantos kilómetros, hay que cambiar las ruedas porque se desgastan en contacto con el asfalto, y lo mismo ocurre con nuestras articulaciones. Después de tantos años caminando, haciendo deporte y corriendo, los huesos se desgastan, al igual que el cartílago que los recubre, y ya no tenemos el ritmo de la juventud. La mejor solución sería seguir un programa preventivo para intentar mantener los tejidos resistentes y evitar los traumatismos, pero esto no siempre es posible.

Entre las causas fisiológicas, además de la edad, existen otras concomitantes que pueden influir en la marcha y favorecer el dolor articular, como el embarazo. Se trata de una dolencia que no afecta a todas las mujeres, pero las que deciden ser madres ven cómo su cuerpo cambia y, aunque el aumento de peso puede ser contenido, el niño lleva a la nueva madre a adoptar posturas incorrectas y a sufrir hinchazón de pies y dolor de espalda tanto durante el embarazo como en el posparto.

Otro factor a tener en cuenta es el estilo de vida: quienes gustan de realizar actividad física por ocio o porque son profesionales pueden sufrir traumas accidentales y lesionarse o sufrir roturas que, si no son bien tratadas, pueden afectar a la marcha.

Por otro lado, cualquier persona sedentaria, perezosa u obligada a realizar trabajos de oficina, sufre repercusiones en sus articulaciones, en cuyo caso la más mínima sobrecarga es suficiente para correr el riesgo de sufrir un traumatismo. Por último, el estrés afecta a las articulaciones, creando una tensión nerviosa que no es buena para las extremidades y las pone claramente en peligro, provocando dolores y posibles traumatismos.

Por último, es importante considerar las causas congénitas entre las fisiológicas; algunas personas nacen con pequeñas deformidades de la columna vertebral o de los huesos, incluso con pies planos, que no permiten un buen apoyo, lo que dificulta la marcha y crea molestos dolores e inflamaciones.

Causas patológicas

Luego están las causas patológicas, que pueden combinarse con las fisiológicas o ser de naturaleza propia, en su mayoría causas vinculadas a patologías emergentes.

Estas causas pueden ser transitorias y el resultado de eventos como la fiebre, que siempre va acompañada de un fuerte dolor en las articulaciones, incluido el dolor en los brazos, las piernas y las dificultades motoras.
No obstante, se trata de estados transitorios que desaparecen con la desaparición de la gripe, pero que pueden resultar molestos, sobre todo si no se tiene tiempo para descansar.

Otra causa patológica, que puede ser transitoria, es la obesidad. Las personas con sobrepeso sufren problemas articulares porque el esqueleto tiene que soportar más peso del que debería por su altura y musculatura.

La obesidad puede deberse a varias causas, como el embarazo, ya que el peso del feto afecta a los huesos.

Por último, entre las causas patológicas se encuentran las enfermedades inflamatorias y progresivas del sistema inmunitario, como la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, la artritis, la artrosis, etc. No se trata de enfermedades transitorias, sino progresivas, que hay que paliar y controlar.

Estas enfermedades afectan a la marcha y provocan estados inflamatorios crónicos, por lo que es necesario intervenir tomando antiinflamatorios en un ciclo continuo.

Tanto si la causa es fisiológica como patológica, es importante actuar con remedios específicos y diagnósticos cuidadosos.

La opción correcta para quienes quieren prevenir y contrarrestar las consecuencias del dolor articular, es intervenir directamente sobre el dolor tratando de mitigar y frenar la progresión de la cuasa resión mediante el fortalecimiento de los músculos y tejidos conectivos.

Dolor articular: síntomas

Se ha dicho que el dolor articular puede ser localizado o difuso, pero se puede hacer una distinción más: el dolor articular puede ser esporádico, es decir, puede sentirse junto con episodios concretos, como en el caso de las causas fisiológicas, o puede ser recurrente, que es el caso de patologías concretas en las que el dolor es continuo y progresivo, alternando entre fases más o menos agudas.

El dolor articular se presenta con manifestaciones más o menos agudas, es una molestia localizada o generalizada que puede comprometer la marcha normal.

El dolor puede provocar estados inflamatorios e incluso requerir un reposo forzoso al no poder caminar. Se producen situaciones como el fallo de la bruja o un fuerte dolor de rodilla, que a veces requiere la ayuda de un bastón para mantener el equilibrio.

Los síntomas son claros y evidentes, se manifiesta una sensación de cansancio y dolor, que si se descuida se agudiza, reduciendo aún más la movilidad.

El estado inflamatorio, si se descuida, puede volverse crónico y comprometer tejidos como los cartílagos y los huesos, haciéndolos más frágiles y delgados y más propensos a los traumatismos.

Dependiendo de si el dolor articular se debe a causas fisiológicas o patológicas, el dolor y los síntomas son diferentes, por lo que nunca deben subestimarse y, además del reposo, se debe consultar a un experto.

Prevenir fortaleciendo la musculatura y el sistema óseo permite envejecer y, sobre todo, evitar verse obligado a pasar horas en terapia para aliviar el dolor.
Lo mejor sería llevar un tipo de vida que no estrese las articulaciones, pero es difícil tanto si se lleva una vida sedentaria como activa, las articulaciones se ven afectadas, y por mucho que se hagan ejercicios de estiramiento muscular y postural, desgraciadamente la vida nos lleva a cada uno a tener muy poco tiempo para cuidarnos.

Como se ha mencionado anteriormente, las causas pueden ser transitorias y accidentales, como la fatiga o la fiebre, o accidentales, como los traumatismos, pero en otros casos las causas de los síntomas son patológicas y están relacionadas con enfermedades óseas.

Los síntomas de dolor articular suelen ir acompañados de una llamativa presencia de hinchazón localizada. Cambio en el color de la piel con manchas rojas o violáceas, problemas en la marcha de las articulaciones.

Los síntomas pueden ser temporales o persistentes y, por supuesto, dependiendo del desencadenante, habrá un tratamiento diferente.

Dolor articular: ¿cómo se puede prevenir y qué se puede hacer para aliviarlo o eliminarlo?

Hay que decir que debemos llevar un estilo de vida ni demasiado agitado ni demasiado sedentario, tomar la cantidad adecuada de proteínas, vitaminas, potasio, calcio y realizar ejercicios posturales diarios, pero como todo esto no siempre es posible y los acontecimientos desafortunados están a la vuelta de la esquina, es justo ayudarse con algo para mejorar nuestras articulaciones, un poco como darle gasolina al coche para que funcione mejor.

En el mercado hay varios remedios que dicen tener poderes antiinflamatorios y aliviar el dolor articular, pero suelen ser paliativos ineficaces.

Desde remedios anticuados que ciertamente no solucionan el problema, hasta terapias y cirugía, la investigación ha tratado de llegar al fondo del problema e identificar ingredientes activos que puedan prevenir y aliviar el dolor articular.

La idea era crear un producto integral no sólo capaz de aliviar transitoriamente el dolor resultante de una inflamación, hinchazón o traumatismo, sino capaz de reconstruir los tejidos desgastados mediante la propagación del colágeno y el desarrollo del cartílago.

Dolor articular: remedios

Para poder indicar correctamente los remedios a los que deben someterse las personas que sufren dolores articulares, es importante establecer la causa de los mismos, si se trata de un dolor temporal o constante, si la causa es fisiológica o patológica.

Por lo tanto, es importante realizar un diagnóstico, es decir, someter al paciente a una serie de exámenes de los que se puedan extraer conclusiones.

Para poder poner el remedio adecuado, es necesario conocer la causa que ha desencadenado las molestias, también porque son muchas las soluciones que se pueden probar y no todas son universales, lo que significa que un tratamiento específico podría no ser concluyente para alguien con una patología diferente.

Por otro lado, no todos los tipos de dolor articular tienen solución, y hay algunas patologías que aún no tienen cura, sino sólo paliativos.
En algunos casos, sólo es posible ralentizar la progresión de la enfermedad intentando mejorar el estilo de vida.

Hay diferentes tipos de remedios.

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Remedios naturales

Cuando la medicina aún no había experimentado con muchas soluciones para el dolor de las articulaciones, la gente seguía los consejos de su abuela: para los pies hinchados se remojaban los pies en agua y sal, o se ponían compresas de manzanilla, o mantenían hielo en un paño en situaciones traumáticas por caídas para aliviar el dolor.

Son soluciones que todo el mundo ha probado en casa a falta de un remedio inmediato en el que apoyarse, pero el tiempo ha demostrado que estos remedios eran efímeros y aliviaban el dolor durante poco tiempo.

Siguiendo la estela de los remedios de la abuela y el deseo de crear remedios universales que se adapten a todo el mundo, incluso a aquellos con alergias particulares para los que cualquier antiinflamatorio está descartado, se han realizado estudios para aprovechar los ingredientes naturales para crear remedios contra el dolor articular.
Analizando los principios activos y la composición de las distintas plantas, se ha intentado crear remedios naturales capaces de aportar la cantidad adecuada de principios activos para aliviar el dolor articular.

Medicamentos

Cuando el dolor articular es de carácter patológico, es aconsejable someterse a un examen médico y seguir un procedimiento farmacológico preciso mediante la toma de medicamentos, cremas y complementos alimenticios.

Se recomiendan planes de tratamiento cíclicos para combatir la inflamación o fortalecer los huesos.

El tratamiento farmacológico se combina a veces con terapias de rehabilitación consistentes en técnicas manuales como el masaje y la fisioterapia, o el uso de máquinas de estimulación articular con ondas magnéticas indoloras.

Remedios naturales no dietéticos

Además de las pomadas y los suplementos, quienes quieran evitar sufrir dolores articulares pueden seguir un estilo de vida menos extenuante para someter a las articulaciones a menos tensión o sustituir el estilo de vida sedentario por algo de ejercicio.

Es aconsejable evitar las lesiones debidas a la fatiga excesiva, siguiendo entrenamientos menos extenuantes o tratando de no esforzarse si se es deportista.

Las personas con sobrepeso pueden encontrar alivio manteniendo su peso bajo control.

Las personas con un estilo de vida sedentario pueden aliviar los efectos del dolor articular aumentando su nivel de actividad física con paseos y deportes de estiramiento y control postural, como el pilates y el yoga.

Por último, la alimentación, seguir una dieta adecuada con un bajo consumo de sal y grasas, así como tomar más calcio y potasio y alimentos antiinflamatorios como el jengibre ayuda al sistema inmunológico.