Los parches analgésicos se utilizan para los dolores óseos y musculares por su capacidad de transmitir el principio activo al organismo a través de la piel. Descubrámoslos y averigüemos cuáles son los mejores para usar.
¿De qué están hechos los parches analgésicos?
Contenido
Los parches analgésicos están formados por diferentes capas.
– Adhesivo: componente que sujeta el parche a la piel.
– Zona intermedia: componente que contiene la sustancia activa en solución (forma líquida) o en suspensión (forma de gel) y controla su liberación lenta.
– Capa protectora: componente externo de naturaleza impermiable.
Existen diferentes tipos de parches para el dolor en el mercado: los más sencillos aseguran el paso pasivo del fármaco a través de la piel, mientras que los más complejos tienen una membrana semipermeable que regula la liberación del principio activo.
¿Cuándo se utilizan los parches analgésicos?
Los parches analgésicos pueden utilizarse en diferentes zonas anatómicas y también como apoyo a la fisioterapia.
– Dolor muscular.
– Espasmos musculares que se caracterizan por contracciones dolorosas y transitorias de los músculos.
– Dolor de espalda (lumbago) que se concentra en la parte inferior de la columna vertebral.
– Tendinitis y bursitis que afectan a los tendones.
– Esguinces que se caracterizan por el estiramiento de los ligamentos.
– Artrosis por desgaste del cartílago en los extremos de los huesos.
– Dolor en varias articulaciones.
– Tortícolis con contracciones musculares involuntarias y dolorosas en el cuello.
¿Qué ingredientes activos contienen los parches analgésicos?
Los parches analgésicos pueden contener varios ingredientes activos, pero algunos son los más utilizados.
– Ibuprofeno: pertenece a la familia de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y se utiliza para el dolor, la fiebre y la inflamación.
– Lidocaína: principio activo contenido en los parches que sólo pueden utilizarse con receta médica. El tratamiento puede durar una semana, con no más de tres aplicaciones al día.
– Ketoprofeno: un principio activo con acción antiinflamatoria que puede bajar la fiebre y reducir los síntomas de dolor asociados al dolor muscular, la artrosis y la artritis reumatoide.
– Diclofenaco: principio activo perteneciente a la familia de los antiinflamatorios no esteroideos utilizado para aliviar los síntomas de dolor asociados a la inflamación de las articulaciones, la ciática y la artrosis.
– Salicilato de metilo: principio activo con propiedades vasodilatadoras y termogénicas (aumenta el flujo sanguíneo y la temperatura de la piel), utilizado en parches para aliviar el dolor agudo.
– Piroxicam: principio activo perteneciente a la clase de los antiinflamatorios no esteroideos utilizado para tratar la artritis reumatoide y la artrosis.
¿Cómo funcionan los parches térmicos analgésicos?
Se sabe que el calor alivia los dolores musculares, articulares, abdominales y menstruales. Dilata los vasos sanguíneos, mejora la circulación, favorece la oxigenación de los tejidos y estimula la eliminación de toxinas. También tiene un efecto relajante muscular y analgésico.
Los parches térmicos analgésicos de hierro, carbón vegetal, agua y capsaicina liberan calor al entrar en contacto con el aire y se utilizan para tratar el dolor de espalda, hombros y cuello. El beneficio es casi inmediato y dura varias horas.
¿Cuáles son las precauciones de uso de los parches contra el dolor?
Los parches analgésicos deben utilizarse con cuidado y con ciertas precauciones.
– Lea atentamente el prospecto del envase, ya que cada tipo de parche debe utilizarse de forma adecuada.
– Aplicar los parches sobre la piel limpia, seca y sin heridas (las heridas pueden favorecer una mayor difusión del principio activo contenido en el parche).
– En caso de irritación o picor de la piel, retire el parche y consulte a su médico.
– Evite el contacto del parche, aplicado sobre la piel, con posibles fuentes de calor, ya que esto aumenta la difusión de las sustancias activas y expone al usuario al riesgo de efectos indeseables de sobredosis.
– No utilizar los parches en caso de afecciones dermatológicas.
– No utilice los parches térmicos analgésicos si está embarazada o en período de lactancia.
¿Cuáles son los mejores parches para aliviar el dolor?
Hay diferentes tipos de analgésicos en el mercado, así que vamos a descubrir cuáles son los mejores.
– Esi No Dol: son productos sanitarios a base de alcanfor, árnica, garra del diablo, sauce, lavanda y azufre. Se utilizan en caso de dolor articular y muscular y su efecto dura unas 24 horas. Las opiniones de los usuarios sobre estos parches analgésicos son excelentes. El producto se aplica muy fácilmente en la zona lesionada, su efecto dura aproximadamente un día y su retirada es indolora. El esparadrapo no irrita la piel en absoluto y las mejoras no tardan en llegar.
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– Dolorelax: parches analgésicos en frío para utilizar en casos de dolor por esguinces, contusiones, torceduras y desgaste articular. Los parches están hechos con árnica, castaño de indias y mentol y deben aplicarse en la zona dolorida durante al menos 6 horas. Las reseñas emitidas por los usuarios destacan la eficacia del producto que, aplicado sobre la piel incluso antes de ir a dormir, alivia el dolor en poco tiempo dando una agradable sensación de frescor.
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– Thermacare: dispositivo que se utiliza en presencia de dolores musculares, fatiga, tensión muscular, esguinces y artritis y, de forma más general, en el caso de dolores esporádicos o crónicos. Las opiniones de los usuarios revelan la extrema eficacia del producto y su agradable contacto con la piel; el esparadrapo libera calor, ayudando a aliviar definitivamente y de forma natural cualquier tensión.
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¿Cuánto cuestan los parches analgésicos?
El coste de los parches analgésicos varía mucho en función de los principios activos que contengan y del número de parches que contenga cada envase. En general, cuestan entre 10 y 20 euros.
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