¿Tendinitis rotuliana ejercicios, que son y para que sirven exactamente? El voleibol, el fútbol, el baloncesto y ciertas actividades laborales suponen un gran esfuerzo para las articulaciones de la rodilla, que en la mayoría de los casos puede atribuirse a la inflamación del tendón rotuliano.
La afección suele tratarse con reposo, compresas de hielo, medicación y ejercicios, pero en algunos casos no se puede descartar la necesidad de cirugía.
Veamos brevemente cómo es la tendinitis rotuliana y cuáles son los mejores remedios y ejercicios a realizar si el tendón está inflamado.
¿Qué es la tendinitis rotuliana?
Contenido
La tendinitis rotuliana es una afección muy común que se caracteriza por la inflamación del tendón rotuliano; más concretamente, es una forma de tendinitis de la rodilla comparable al trastorno que afecta al poplíteo y al cuádriceps. Es el resultado de una sobrecarga funcional y no es más que la consecuencia de un esfuerzo repetido de la rodilla durante la extensión.
La inflamación del tendón rotuliano puede afectar a todos los individuos, pero hay una mayor incidencia entre las siguientes categorías de personas.
– Deportistas que realizan cambios bruscos de dirección al correr, saltar o brincar (voleibol, atletismo, fútbol).
– Los transportistas, los camioneros y los conductores de carretillas elevadoras que someten el tendón rotuliano a una tensión constante durante la conducción.
Además, no se pueden pasar por alto algunos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de sufrir una tendinitis rotuliana.
– Uso de calzado inadecuado.
– Músculos de los muslos poco tonificados.
– Mala flexibilidad de las articulaciones debido a la edad y a un estilo de vida sedentario.
– Falta de alineación fisiológica entre la rótula, la pierna, el tobillo y el pie.
– Dismetría de los miembros inferiores.
– Sobrepeso y obesidad.
– Afecciones crónicas que ponen en riesgo la salud de los tendones (lupus eritematoso, diabetes mellitus, artritis reumatoide).
– Infiltración continua de corticoides, que puede debilitar la estructura del tendón.
¿Cuáles son los principales síntomas de esta tendinitis?
La tendinitis rotuliana se caracteriza por diversos síntomas, como dolor, sensación de molestia en la zona de debajo de la rótula, rigidez de la rodilla y edema.
El trastorno también se clasifica evaluando cuidadosamente el tipo de dolor bajo la rótula.
– Tendinitis de primera fase cuando los síntomas de dolor aparecen única y exclusivamente después del entrenamiento.
– Tendinitis de fase 2 cuando el dolor se produce al principio y al final del entrenamiento.
– Etapa 3 de la tendinitis cuando el dolor afecta al entrenamiento y a las actividades diarias normales.
– A continuación se produce el temido y doloroso desgarro del tendón rotuliano.
¿Qué remedios se pueden utilizar en caso de tendinitis rotuliana?
La tendinitis rotuliana se trata con el siguiente protocolo.
– Reposo del miembro lesionado con interrupción total de las actividades responsables de la inflamación del tendón. Este reposo tiene una duración variable en función del grado de gravedad del trastorno.
– Aplicación de bolsas de hielo para reducir la inflamación y el dolor. Repetir el tratamiento hasta 5 veces al día.
– Aplicación de un vendaje de compresión alrededor de la rodilla para aliviar el dolor y acelerar la curación.
– Tratamiento farmacológico con AINE (antiinflamatorios no esteroideos) y paracetamol.
– La terapia con corticosteroides como alternativa. La cortisona debe tomarse bajo estricto control médico y durante el menor tiempo posible porque no está exenta de posibles efectos secundarios, incluso graves.
También existen varios remedios naturales y ejercicios para la tendinitis rotuliana. Sin embargo, deben tomarse siempre bajo estricta supervisión médica, ya que pueden provocar graves efectos secundarios.
– Se pueden aplicar compresas de arcilla verde ventilada en la zona afectada cuando haya dolor.
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– Productos de árnica montana (aceite y cremas) para aplicar en la zona dolorida con el fin de reducir la inflamación.
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– Grosella negra en forma de tintura madre porque funciona como una especie de cortisona natural y ayuda a reducir el dolor.
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– Garra del Diablo para uso en inflamaciones y dolores.
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Suplemento y pomada natural recomendados
Para una mayor eficacia, se recomienda el uso de ambos productos:
Artrolux Crema |
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Artrolux + |
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Aceite de CannabisVital |
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Tendinitis rotuliana ejercicios ¿Cuáles son los mejores?
Los síntomas dolorosos relacionados con la tendinitis rotuliana pueden controlarse con los siguientes ejercicios.
– Sentadilla a una pierna: se realiza para favorecer la extensión del tendón y fortalecer los músculos del cuádriceps de la rodilla. El movimiento debe ser lento, especialmente durante la fase de ascenso, cuando es esencial equilibrar el peso del cuerpo en ambas piernas. Realiza 3 series de 15 repeticiones cada una y cambia de pierna.
– Sentadilla: un ejercicio muy útil para fortalecer el tendón rotuliano de la rodilla del saltador. Descienda apoyando su peso en el miembro lesionado y ascienda concentrándose en la pierna sana. Realiza el movimiento muy lentamente y cuenta hasta 4 antes de volver a la posición inicial.
– Extensión de tobillos: siéntate en el suelo, lleva las piernas hacia delante y júntalas. Ate una banda elástica alrededor de las plantas de los pies para ayudarse a avanzar y retroceder empujando con el tobillo. Realiza 3 series de 10 repeticiones y aumenta gradualmente hasta 25.
Tendinitis rotuliana: cuándo recurrir a la cirugía
La fisioterapia no siempre tiene el efecto deseado y a menudo es necesaria la cirugía. Este es el caso cuando los síntomas de dolor persisten durante meses o cuando se produce un daño por rotura del tendón. La operación, generalmente realizada por artroscopia, tiene una larga lista de ventajas:
– baja invasividad
– gran contracción del tiempo de curación;
– menor riesgo de infección en comparación con la cirugía abierta;
– una corta estancia en el hospital (el número exacto de días depende de varios factores, como el tipo de anestesia utilizado);
– rápida reincorporación a las actividades cotidianas;
– molestias postoperatorias temporales (dolor y edema) que desaparecerán espontáneamente en unos días.