La Artrosis degenerativa incapacidad permanente es una enfermedad articular progresiva que afecta a muchas personas, pero con algunos cuidados es posible frenar el proceso de degeneración y limitar el dolor.
¿Qué es la Artrosis degenerativa incapacidad permanente y cuáles son sus síntomas?
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La artrosis es una enfermedad crónica y progresiva, lo que significa que tiende a empeorar con el tiempo y no puede curarse; la única posibilidad es aliviar los síntomas y frenar la degeneración. Afecta principalmente a las articulaciones de la columna vertebral, es decir, las vértebras, y de las extremidades, es decir, las rodillas, la cadera, la muñeca, pero también los dedos de las manos y de los pies.
Esta patología se caracteriza por la sustitución del tejido cartilaginoso por tejido óseo, por lo que se produce una fuerte limitación de la libertad de movimiento y dolor debido a la fricción entre las articulaciones, que ya no se ven facilitadas por la presencia de cartílago y líquido sinovial.
La aparición de la artrosis está relacionada principalmente con la edad, y afecta tanto a hombres como a mujeres, pero mientras estas últimas comienzan a tener problemas en la vejez, son principalmente los hombres los que experimentan los síntomas antes de los 45 años. La artrosis es muy común, y las estadísticas muestran que la mayoría de las personas mayores de 70 años están afectadas, unos 4 millones de personas.
Esto ocurre debido a la estructura ósea normal de las personas.
Cómo funcionan las articulaciones
Los huesos pueden definirse como los órganos estáticos del ser humano, y para permitir el movimiento son necesarias las articulaciones, es decir, la conexión entre los distintos huesos. Las articulaciones se caracterizan por la presencia de cartílago, que es un tejido blando, extensible y compresible. Entre los cartílagos hay líquido sinovial, que facilita el deslizamiento entre las articulaciones y permite así el movimiento.
El líquido es segregado por una membrana que rodea los segmentos óseos exteriores.
Como se ha mencionado anteriormente, la artrosis afecta principalmente al cartílago, que está formado por células redondas llamadas condrocitos que segregan fibras elásticas y colágeno. Uno de los problemas del cartílago es que está poco vascularizado y, por tanto, recibe poca nutrición.
Esto significa que el proceso de regeneración es muy lento, y es precisamente debido a esta lentitud que la artrosis se produce a menudo.
Las causas de la Artrosis degenerativa y incapacidad permanente
La artrosis se considera una enfermedad multifactorial, lo que significa que puede haber muchas causas o más bien factores predisponentes. Además del factor genético, hay otros que pueden favorecer la aparición de la artrosis incluso a una edad temprana.
Entre ellos se encuentra la obesidad, que provoca una carga excesiva en las articulaciones y, por tanto, un alto nivel de estrés. Por lo tanto, es aconsejable seguir una dieta correcta. Entre los factores que pueden provocar la aparición de la artrosis se encuentran las tensiones mecánicas, como la realización de acciones repetidas o el ejercicio inadecuado, es decir, sin seguir los consejos de los expertos y sin la ropa adecuada.
Es precisamente el estrés mecánico el que provoca algunas formas de artrosis degenerativa, por ejemplo, los bailarines suelen sufrir artrosis de cadera, mientras que los usuarios de martillos neumáticos pueden tener problemas en los codos, las manos y los hombros; estos son sólo algunos casos de artrosis degenerativa relacionados con su profesión.
También hay que tener en cuenta la incidencia de los traumatismos y microtraumatismos, la edad y ciertas enfermedades, como la diabetes.
Cómo se manifiesta la Artrosis degenerativa y su incapacidad permanente
La artrosis degenerativa se manifiesta con dolor articular, seguido de rigidez, hinchazón y, en los casos más graves, ruidos y crujidos durante el movimiento.
Por supuesto, los síntomas son leves al principio, por lo que la mayoría de la gente no da suficiente importancia al dolor, que suele desaparecer en unas horas o días, para volver a aparecer al cabo de unos meses.
Con el tiempo, el constante adelgazamiento del cartílago y su escasa hidratación se agravan y provocan una mayor dificultad de movimiento y dolor. La rigidez se produce principalmente en las primeras horas de la mañana y luego al despertar.
Remedios para la Artrosis degenerativa y la incapacidad permanente
Ya se ha dicho que no existe una cura real para la artrosis, pero es posible tomar medidas para ayudar a ralentizar el proceso. Lo primero que hay que hacer es mantener el peso bajo control. En la fase inicial, la fisioterapia también puede ser muy útil.
En la fase inicial, dependiendo de la localización de la artrosis, pueden tomarse pequeñas medidas. Por ejemplo, si el dolor se produce en las manos, deben evitarse las tareas repetitivas como escribir en el ordenador u otras tareas que supongan un esfuerzo excesivo y repetido para las articulaciones de la mano.
Ser cuidadoso no significa eliminar o reducir demasiado los movimientos porque esto llevaría a la pérdida de tono muscular y, por tanto, a un mayor endurecimiento, simplemente significa reducir la tensión y realizar ejercicios específicos que puedan aliviar la presión sobre las distintas articulaciones.
Ya desde la aparición de los primeros síntomas, puede ser aconsejable tomar suplementos orales y pomadas de uso local para el cartílago, que garantizan una mejor nutrición de los tejidos cartilaginosos y, por tanto, frenan la progresión de la enfermedad.
Los suplementos se basan en el ácido hialurónico, pero éste debe administrarse mediante una inyección in situ, ya que la absorción por vía oral es muy limitada. Otro suplemento es la glucosamina, que es un agente condroprotector y estimula la síntesis de colágeno, y también hay suplementos específicos a base de colágeno hidrolizado y sulfato de condoitrina.
Suplemento y pomada naturales recomendados para aliviar el dolor
Para una mayor eficacia, se recomienda el uso de ambos productos:
Artrolux +  |
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Artrolux Crema  |
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Aceite de CannabisVital  |
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Otra terapia que puede frenar la progresión es la terapia térmica y, en particular, los ultrasonidos y los baños de barro, que tienen la capacidad de aliviar el dolor. Por último, en los casos más graves, cuando la libertad de movimiento está muy reducida y el objetivo es recuperar la autonomía, se puede proceder con ayuda de la cirugía, en cuyo caso se puede intentar el trasplante de cartílago.
Cuando hay dolor, el remedio más eficaz es tomar antiinflamatorios.